sábado, 24 de diciembre de 2022

¡Suéltame, te estás lastimando!

 ¿Que pasa con tu piel cuando sostienes algo caliente? 

¿Cuando tiras de una soga fuertemente?



Perdona si no te supe amar. ¡Pero es momento de continuar!

¡Suéltame! te digo. Porque solo te estás lastimando; ya nos ví y no quedamos, por más que intentamos esto no se ve bien. 


Si trato de ser lo que tú quieres tener perdería mi escencia, tú me amas pero no te vuelves loco conmigo. 

Yo te amo pero no estoy perdidamente apasionada por tí, por qué tu forma de amar no es la que yo estoy buscando. 


Te prometo que en cuanto decidas soltarme algo en tí cambiará, ¡vamos tira la carga y endereza tu espalda!


Tal vez puedo ser tu primer amor pero no el correcto y si sigo aquí, ese que tu alma anhela nunca llegará. 

Si ya te viste conmigo en el futuro solo por temor a la soledad, serás medianamente feliz.


¿Y que hay peor que ser tibio en algo? Cuando puedes ser fuego, cuando puedes estar completo y evolucionar, tener una eternidad. 


¡Suéltame, te estás lastimando!


Cada que vuelves por mí y prefieres adaptarte a mi realidad que conjuntar conmigo la tuya. 


Es hora de arrancar la hierva que crece en tu jardín y que no permite a las rosas más hermosas florecer.

 

¡Suéltame y respira!, sonríe y camina, date cuenta de que mi compañía hace mucho que es equivalente a una ruidosa pero no pacífica soledad. 


Toma todo lo bueno de mí, los besos que en la calle te dí, cómo nadie más lo hacía.

Te permito llevarte las noches de locura y las sonrisas sinceras que hubo en su tiempo. 


No busques al amor, hazlo desde tu interior y serás como una luz con la que  alguien camine agradecido de estar iluminado.