sábado, 20 de junio de 2020

Deseo de pecado

Es fin de semana, una mañana fresca sin duda, siento frío en la piel.

Hace ya unos meses que no estoy cerca de tí y empiezo a echar de menos esa forma de ser tan tuya, tan apasionado, pocas personas en la realidad han cautivado como tú, algo en mi interior.
Respiro profundo mientras muerdo mi labio inferior recordando cómo tu mano acariciaba mi cabello aquella noche.
Desearía estuvieras junto a mí, besando mi cuello y calmando mis ganas casi enfermas de pecar contigo.
Ven a mis brazos y vuelve a susurrar tus deseos mientras encuentras mi mirada ardiente de tí.
Tus ojos claros que conectaban con mi más atrevido instinto. Una mirada y no hace falta más para encender el fuego de mi alma.
Ven y derrite con una caricia mi espalda, toca mi cintura y hazme tuya. ¡Desde esa tarde calurosa ya soy tuya!
Hazme gritar, suspirar y reír de satisfacción, quiero calmar este deseo de pecar contigo, nada más contigo.
Un beso es el camino al infierno dónde pecar para tí es un exquisito placer, ven que te demuestro que tan perversa puedo ser.
Quiero ser tu deseo favorito, tu fantasía inevitable. El antojo más deseable en la madrugada cuando no puedes dormir.
Llámame, invítame que a tus placeres no voy a decir jamás que no.

Es una mañana fresca y sin duda sin ti tengo frío en la piel.


6 comentarios:

  1. Wooow muy ardiente y sin duda alguna te llevan a un viaje por muchos recuerdos 🙃

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por leerme, espero que esos recuerdos también sean una realidad constante.

      Eliminar
  2. Todas anhelamos ser algo así de nuestro amado...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Todos deberíamos tener a alguien que nos haga sentir lo que es gloria!!saludos gracias por leerme

      Eliminar