sábado, 25 de febrero de 2023

ADICTO A TU PLACER



Recuerdo la vez que llego a casa venia en un coche negro estilo deportivo, se parqueo en frente y descendió como una diosa, con un pantalon entallado y una blusa suelta y vaporosa bajo el abrigo de gamuza gris.

Nervioso la invite a pasar mientras el auto se marchaba. Saludando con fingida familiaridad y una sonrisa amplia y blanca enmarcada en dos labios rojos y carnosos, no era una cualquiera se le notaba aunque ese era su trabajo en el instante. 

Me dió un beso de piquito en los labios mientras me entregaba un sobre pequeño con "un remedio casero"  esto es para tí, dijo sin más explicación.

La casa era un desorden, había demasiadas botellas y restos de una fiesta, era muy temprano a penas empezaba a clarear cuando llegó. Se quitó el abrigo y lo dejo en la sala, le invite un trago y le ofrecí un poco de lo que había en el sobre pero se negó con la excusa de que era temprano para beber alcohol. 

La llevé a la habitación y procedí a inhalar parte de "mi remedio casero" e insistí en que ella también lo hiciera pero me dijo que su misión era garantizarme diversión a mí solamente, le pedí que se pusiera cómoda, fui por un whisky a la barra y un vaso de agua para la chica.

Cuando volví a la recámara estaba lista para empezar su trabajo, en un hermoso conjunto negro de lencería al pie de la cama; de inmediato me prendí y la tome de la cintura atrayendo su cuerpo desnudo hacia mí. Sentir su suave y cálida piel me erizo de cabeza a pies y besando su cuello la empecé a acariciar. 

Todo era tan placentero, tanto que de pronto estaba tumbado en la cama sintiendo el calor de su boca. 

Llegó el momento en que no pude resistir más y la sujeté para hacerla mía de una forma tan animal y es que hacía que mis instintos más primitivos se alzarán cómo casi nunca sucedía. Ella solo sonreía y me hacía gozar, no me cansaba de decirle que sus labios estaban hechos de magia pura y volvía a lo suyo demostrando que no estaba en un error. 

Pasado el corto tiempo en que me llevo a la gloria trate de indagar cosas de ella, pero se mantuvo discreta ni si quiera su nombre artístico mencionó y vaya que lo que hacía en la cama era arte un poco abstracto y un poco renacentista y lo nombro así porque es lo que me hacía sentir ¡Un renacer dentro de mí! Y a su vez como mirar alguna pintura de esa época; la belleza de su piel expuesta. Lo único que pude saber era que no se dedicaba todo el tiempo a dar placer y que era "una chica para clientes especiales" que su edad estaba lejos de los veinte que aparentaba. 

Iluso le dije: ¡Si un día por placer quieres venir a repetir serás bienvenida, no te vendo las caricias y casi nunca las compro!

Ella alegó: Yo no las regalo, si las cobro y son caras, ya te habrás dado cuenta. 

Me atreví a darle mi número por si algún día cambiaba de opinión y llamé a mi dealer que era su "jefe", mientras se vestía nuevamente le regale un par de piropos pues su cuerpo tenía las medidas adecuadas, no faltaba o sobraba nada. 

Me agradeció el cumplido con un "cuando gustes" y se colocó el abrigo, acto seguido llamaron a la puerta y se marchó. 

Pasaron los días y no llamó, al cabo de un mes y con un síndrome de abstinencia la busque por medio del dealer pero me dijo que ella no estaba disponible esa noche. Quería volver a tenerla, había encontrado una combinación absurdamente placentera con su cuerpo y mi droga; fantaseaba con que fuera solo para mí y por las madrugadas despertaba con la sensación de sentir sus húmedos besos en mi vientre, acalorado y sudoroso me daba cuenta que era un juego de mi mente pero parecía real.

Nadie podría engancharse la primera vez pero ahí estaba yo, siendo nadie experimentando un raro deseo de ser adicto a su placer. 

5 comentarios:

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  2. 🙈🙈🙈👏🏼👏🏼👏🏼

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  3. 👏👏👏 es genial elegante excitante wooo te hace viajar la mente

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  4. Increíble!!! Produce sensation acaloradas🫠

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