el regreso al bar

Después de una semana ajustando cosas en san Diego, regrese; era sábado a las 6:00pm llegue a mi departamento, telefonee a mi madre para decirle que regrese bien y después me dormí y justo a las 8:30 desperté, me bañe, me arregle y a las 9:35 estaba en el bar "Del monte". Llegue y ya muchos me esperaban, me sentía segura; era mi terreno. Corrí, abrace al barman y lo llene de besos; él me pidió me detuviera y me dijo -¡hay alguien que te esta buscando desde el sábado pasado! yo voltee la mirada a mi derecha y ahí estaba él, con un trago en la mano, así que subí sin saludarlo y tome mi lugar y dije: ¡esto es para mi queridisimo futuro esposo! y cante una muy linda canción. Algunos hombres se exhaltaron, lo repito: era mi zona de confort, unos iban a consumir al bar para verme, algunos ya habían intentado salir conmigo. (mujer guapa, exitosa) y ahora de la nada, creían que me acababa de tirar al precipicio.

El único feliz era el tipo de la mesa 4 y y un poco el barman que como todo buen hermano me rifaría si no encontraba pronto una pareja.

Terminando mis tres canciones de regla me baje, lo salude...me contó que para dar con el "Del monte" anduvo caminando por las calles que ya había olvidado a mas de 10  años, y que si era muy cierto lo de querer casarse conmigo, él quiso saber lo que había pasado en mi vida en estos años, pero le asegure que no quería hablar de ello, que yo vivía el momento, este en el que la adrenalina de cantar frente a la gente estaba al mil y que en mi trabajo me iba muy bien. él me insistió en saber si tenia alguna pareja o si me había ido bien en el amor. le dije que no quería decir nada, que eran cosas dolorosas.

él me contó que termino su carrera, arquitecto. Tenia un par de negocios o algo así y decidió regresar a darse un baño de recuerdos inocentes y que lo que encontró fue a mí, como antes, cuando ya no sabia ni como escapar de todo lo aparatoso, lo que veía siempre era a mí.

me sujeto la cara tiernamente y muy suavemente me dio un beso.

Al lunes siguiente llegue y una rosa me esperaba en el escritorio, así  que invadía mi mente la duda de quien era, puesto que Augusto no sabia aun donde trabajaba.

esta es una parte de mi historia que comencé hace un tiempo.