domingo, 30 de marzo de 2025

El comienzo del final

Mientras ella le enseñaría los dones de su boca al miembro desesperado de.




La veía mientras él mordía, besaba y lamia su cuerpo, se veía tan excitada pero tal vez mi idea era que no lo estaba disfrutando tanto como cuando estaba conmigo a solas.

Tirado en el sofá con un vaso de whisky siendo espectador de como la mujer alquilada en muchísimas ocasiones por mí;  ya estaba dándole placer a alguien más, me iba a incomodar toda la vida, inevitablemente cada vez que estuviera cerca de mi amigo recordaría la entrega de su piel morena. 

Su cuerpo desnudo entregado a mí, su amante más enviciado y a la nueva víctima de sus labios. 

Me esforcé durante unos minutos en participar en el trío organizado por mi Fernando en el que por desdicha me habían escogido a mí para compartir la experiencia y a la mujer, y Sebastián pidió a la mejor, la mejor era ella, mi morena. 

Cuando la ví llegar al departamento se me helo la sangre y tuve una erección instantánea pero traté de disimular que nos conocimos con anterioridad.
Mi amigo curioso y emocionado la invitó torpemente a pasar y se apresuró a ofrecerle alcohol y ella está vez si acepto. Yo sentí desconocerla ya que conmigo en principio no había aceptado nada de licor. 
Ella se quitó la gabardina y vestía seda azul cielo y sus pechos se veían al natural. ¡Entre su piel y el vestido no había intermediarios! Y esas piernas largas y firmes más tarde estarían en mis hombros mientras ella le enseñaría los dones de su boca al miembro desesperado de Sebastián.
Al principio participé lleno de excitación por una experiencia nueva, pero me sentía cohibido por mirar a la chica sin embargo ella besaba cada parte de mí con una pasión desenfrenada mientras Sebas la acariciaba.
Mi cuerpo respondía a esa estimulación pero mi cabeza no terminaba de dejarse llevar así que hice lo que me tocaba y como quien está perdiendo una carrera de velocidad, solo decidí guiarla a entregarse solo a él, me serví un trago y solo me quedo observar, ella me miraba como llamandome y se mordía el labio. Ahí me dí cuenta de lo mucho que esa mujer me había hecho adicto a sus caricias, a su aroma y que inevitablemente le pasaría a él también y este era el comienzo del final de mi adicción a su placer. 

Fantasías

Ella era la fantasía y me aterraba que alguien más la descubriera.


Me hallaba a la orilla de la alberca, sintiendo mi corazón acelerado y mi sangre correr por mi cuerpo.

Fue un comienzo fenomenal, estábamos juntos todos los buenos amigos y mi cumpleaños se  festejaba a lo grande.

Cada uno con metas cumplidas y con sueños por realizar que no eran inalcanzables, no para nosotros. Sabíamos que la disciplina y el enfoque eran siempre ingredientes fundamentales de cada éxito. 

Si bien de vez en cuando nos llamaba la atención el desorden y lo prohibido teníamos claro que los vicios son para gente que no es capaz de crear su propia realidad y se deja arrastrar por la corriente de los inconvenientes que se oponen en el camino. 

Javier lanzó una pregunta mientras se acercaba... 

¿Alguna vez haz estado en una orgía?

Lo mire y me reí mientras le contestaba con otra pregunta:- Jajaja ¿No estarás pensando en proponerla o sí?

Soltó una carcajada aún mas ruidosa y dijo, no; solo es curiosidad por que yo sí y me encantó 

Él era el más alocado del grupo y siempre vivía al máximo.

Se integró German y dijo -A mí no me pareció la gran cosa. Los dos volteamos a mirarlo pues no sabíamos nada al respecto.

Yo lo interrogue ¿Y eso cuando pasó, porque jamas nos lo contaste?

-Fue una ocasión de esas en las que sales, te pasas de tragos y estas dispuesto a todo, cuando andaba con la italiana, fuimos a su apartamento y de la nada salió el plan.

Al último llegó Sebas y Javier al igual que había hecho conmigo sin ponerlo en contexto preguntó ¿Tú haz tenido una orgía? 

Y él que era el mas tímido, negó con la cabeza. Después de su ruptura con Selina ya no estaba tan enfocado en ello ¡pero la mayoria de nuestros proyectos se cerraban por su buen colmillo!

Dijo:- Si no fuí capaz de mantener la llama con una sola mujer ¿Que les hace creer que me voy a aventurar con más?

Eso me recordó a la vez que fuí con Fernando al bar y que Clarisa propició que yo sintiera lo mismo. 

En ese mismo momento Fernando que había permanecido en el agua solo nadando y riéndose de nuestra plática, dijo ¡Te pago unas tipas vip y que te quiten a sentones ese pensamiento, tengo un contacto!

Sentí un escalofrio puesto que ellos no sabían nada de la morena de fuego y nuestros encuentros. Incluso cuando ella formaba parte del último contrato exitoso que habíamos cerrado.

¡Ahora mismo puedo organizar algo, solo digan y en menos de una hora esto estará lleno de cuerpos en bikini dispuestos a todo! 

Javier intervino y dijo con tono autoritario... Esto es un evento de hombres recuérdalo deja tus correrias para otra ocasión. 

Germán opinó lo mismo y Sebas remato con que primero lo mejor sería tener un trío, era algo con lo que siempre habia fantaseado y que su ex pareja jamás aceptó. 

Descansé un poco del miedo que tenía de que pudiera llegar la morena en ese grupo, nuevamente esa sensacion irracional de celos por alguien que no era mi poseer. 

Mi más grande fantasía era estar poseyendo a esa morena en todas las formas, mirándola tumbada en la cama mientras entrelazaba sus piernas en mi espalda o arriba de mí moviendo la cadera de forma imparable, pegada a la pared mirandome de reojo mientras se mordía los labios y ahogaba un grito, ella era la fantasía y me aterraba que alguien más la descubriera.



domingo, 2 de febrero de 2025

BAILANDO AL RITMO DEL SAXOFÓN

 Esto solo era el comienzo de una noche intensa, era como escuchar melodias que penetraban hasta lo profundo de tu ser, como respirar la frescura de una mañana, sentir el corazón vuelto loco.

Decidí llevarla a la habitación y continuar con lo nuestro y para ese entonces mis polvos mágicos habían actuado. La tomé de forma casi grosera y no me preocupaba por el ruido que pudiera hacer, me comía cada parte de su cuerpo con tanto placer y me prendia ver sus ojos extraviados de excitación.


A medio acto decidí ir por un trago y continuar, aún quedaba noche, quedaban caricias y mucho placer que gozar. 

¿Quieres un trago o algo de tomar?  pregunté 

¿Puedes traerme un poco de agua por favor o quieres que baje contigo a la cocina?

¡Si quieres quedate y yo te lo traigo! le dije mientras le sonreía.

Esta bien, solo no tardes... Dijo y se recostó de espaldas dejando que admirara su hermosa espalda y su hermoso trasero. 

No pude evitar notar esa pequeña marca que parecía el boton de off de la pasión, uno que por error en otra ocasión ose a tocar sin pensar en lo doloroso  que parece ser su origen. 

Baje a prisa las escaleras y mientras me preparaba mi bebida la escuche decirme desde la cama ¿te molesta si pongo algo de musica?

Le grité que no, que con confianza lo hiciera, puso una sensual musica con saxofón, esa mujer era increible hasta su gusto musical era excitante, podría haberse sacado de otro tipo de vida, de otra historia que no tenia nada que ver con esta. 

Una vez llegando nuevamente con mi whisky y su agua, ella ya estaba nuevamente de espaldas, notó mi mirada y volteando  de una manera seductora me lanzó su tipica sonrisa de medio lado, se mordió el labio inferior y vino hasta mí para tomar su agua.

Con las dos manos tomó el vaso y dió  un sorbo. Se dirigió hasta el buró y lo colocó ahí después de beber otro poco. Yo estaba mirandola como un verdadero imbecil.  

Ella vino de regreso a mí, bailando al ritmo de la música y me hizo sentar a la orilla de la cama. Seguia danzando e intercalaba sus movimientos con caricias para mí y para ella, besos profundos, en un de repente se montó en una de mis piernas y podía sentir su calor y su humedad, sin duda bailar así tambien la hacia disfrutar, se puso de espaldas y se sentó encajando perfectamente en mí. La tomé por la cadera y la movi a mi antojo mientras mordía y lamia su espalda.

TIEMPO EXTRA DE ELLA


 La voluntad determina al hombre y mi voluntad habia sido nula para poder olvidar los encuentros de esa mujer, después de haberse negado a estar conmigo y verla partir con otro hombre sentí en mi interior una especie de calor en las entrañas ¿talvez eran celos? Cosa que racionalizando era una verdadera estupidez pues no era mía. 

La forma tan arrebatadora con la que me cogía, cada beso y caricia tenia una marca de pertenencia, ya había decidido sustituir sus amores con otras mujeres incluso con mejores atributos y nunca me llegaron a enloquecer como lo hacía ella y era tan enfermizo por que justo a ella no la puedo tener. 

Llegando a la ciudad tuve un tiempo libre y decidí ir a un bar a tomarme un trago con Fernando un compañero y amigo del trabajo, sugirió uno cerca de la oficina al que aún no íbamos. Pasaron unas horas y entre platicas y un par de juegos de billar me pareció ver a lo lejos a Clarisa bailando con uno de los jefes de la empresa, él era mayor que yo y socio fundador, el tipo era un poco mas alto, tenia buena figura y ademas un camaro negro precioso y poder adquisitivo relevante; ella se movia en éxtasis sin importar quien estaba mirando alrededor lo cuál me resultó extraño ya que conmigo era demasiado mojigata. Traté de no darle importancia ya que después de que terminó la aventura ya no volví a verla por ahí.

Entrada la noche nos encaminamos al auto y un ruido me hizo voltear a lado del bar por donde estaba estacionado el camaro de Conrado, él la tenia casi desnuda gimiendo como una gata en celo contra el auto, eso si me impacto y me subí a mi coche con el rostro desencajado pensando en una sola pregunta y era ¿el porque conmigo jamas quiso ser así? Y ahora la veía tan dejada a sus instintos carnales como una cualquiera.

 En casa seguí tomando y me sentía molesto, tenía la sensación de ser la mitad de hombre, ¡Algo tan poca cosa!

Llame al dealer y le pedí polvos mágicos y la compañia de la morena de fuego, una dosis doble y tiempo extra con ella. 

Pasó un tiempo breve y me avisaron que ya estaba fuera, que les permitiera el acceso, una vez mas ella bajando de un auto rojo espectacular que era su accesorio principal, llevaba zapatillas que hacian ver sus piernas aun mas exquisitas y largas ya que el vestido era corto. Se parqueo en mi garage y entro a la casa, me tomó de la barbilla y me beso, una corriente eléctrica desde mis labios a mis genitales y el calor de su pecho contra el mio fue lo mejor. 

Sintiendo un deja vú, tomó mi mano y me entregó mis polvos magicos y me dirigí a preparar mis remedios caseros, la invité a ser espectadora y una vez preparadas un par de lineas le pedí que se desnudara y me dejara colocarlas en su cuerpo y ella accedió. Yo estaba un poco ebrio y decepcionado, no estaba siendo el mejor conversador, solo me limité a besar desde sus sienes hasta la punta de sus pies y de regreso, rosé cada parte de su espalda y su abdomen, me perdí en la mitad de su cuerpo. Mis manos y mis labios se deleitaban de su humedad sintiendo el placer que mis caricias le provocaban la tome de la mano y la guíe al sillón.

Estando tumbada en el, me dedique a darle caricias suaves y salvajes, la hacia gemir y gritar, era una locura exquisita saborear cada gota proveniente de ella, su olor tan peculiar a cerezas, todo el trabajo que estaba realizando daba un resultado fascinante.

De pronto ella tomó el mando, acercandome a su boca, sujetandome  por la camisa, me dio un beso largo y me guío al otro sillón, bajando mis pantalones me ofreció el mejor sexo oral del que pudiera ser acreedor, la suavidad y calor de su boca y sus besos en sitios específicos hacia que olvidara hasta mi nombre. 



lunes, 30 de septiembre de 2024

Ver las estrellas bajo techo


Estaba en shock, excitado y enloquecido, jamás en el tiempo que llevaba de conocerla la ví usando ninguna sustancia, parecía ser otra que francamente me encantaba. Su nivel de entrega y la locura con la que ejercía cada movimiento encima de mí me llenaban de un desconcierto fascinante; en un arranque la tumbé en la cama y decidí inmovilizarla con las manos mientras bajaba besando desde su boca, su cuello, sus senos y descubriendo cada zona llena de cosquillas de su abdomen que hacían se retorciera mientras yo bajaba cada vez más. A pesar de ser mas alto que ella tuve que soltarla para continuar mi camino hacia el sur de su cuerpo tostado y no intentó moverse, como si dos cadenas de placer imaginarias impidieran que bajara las manos. La escuchaba disfrutar y podía oler su pasión, sentir en cada poro de mi piel, en mis labios, en mi lengua el desbordar de su ser. Perdí la noción del tiempo, no sé si fueron una, dos o tres horas o tres minutos los de su entrega total. Empezo a sonar el teléfono, teléfono que no era mío, fue un tono sutil como de advertencia, solo después de ese sonido ella acarició la cama con ambas manos escrutando en dónde estaba ese artefacto, una vez hallado lo apagó y me miró con esa mirada seductora y sonrisa pícara y preguntó: ¿Continuamos? Se colgó de mi cuello y me atrajo a sus labios, ya teniendo ella el poder se concentró en hacerme enloquecer, con el calor de su boca en mi miembro hizo una pausa para decir: ¡Te haré ver las estrellas bajo este mismo techo! Y luego continúo hasta lograrlo. Horas más tarde la estaba observando desde lejos, su fina coquetería, el inocente trato con el que saludaba a los demás y la soltura de sus caderas al bailar con cualquiera que así lo solicitará me hizo ignorar por un momento que había gente a mi alrededor. Uno de mis colegas y amigo había bailado un par de piezas con ella y se acercó para invitarme a hacer lo mismo. Fui hasta donde ella, estaba tomando una copa y le susurré ofreciendo mi mano: ¿Te gustaría bailar conmigo? Sonrió y aceptó de inmediato... Estando en la pista de baile le pedí vernos más tarde a solas para repetir la intensidad de la mañana, ya que nadie más podía oír mi proposición no podía perder esa oportunidad. Justo cuando el cambio de música se estaba efectuando me dijo que no podría, ya que esa noche debería cumplir con su trabajo en ese lugar. La nueva canción era para bailar más cercanos, me dijo que lo de la mañana fue algo que difícilmente se repetirá pero que yo sabía cuál era la forma más simple de tenerla a mi disposición. Al finalizar la canción caminamos lentamente a la barra, ella pidió una margarita y yo un Whisky, brindamos sin decir ya ni una sola palabra, solo con una cálida sonrisa, hasta que un hombre tocó su hombro, le susurró algo al oído y ella volteó a mirarme ofreciendo su mano y una aún más amplia sonrisa, me dijo: me tengo que ir, fue un placer compartir contigo, eres un gran bailarín.

sábado, 31 de agosto de 2024

Habitación 420 (Es un placer tenerte)

 Pasaron dos meses, lo único que tenía en la cabeza eran los resultados en el trabajo, estábamos a punto de tocar la cima. Pero en la noches lo único que venía a mi mente era ver a esa morena, no podía dormir bien y en el gimnasio me cansaba tan rápido. En cambio, por las mañanas estaba tan dispuesto, pero no quería desahogarme yo solo.

Ella tenía algo que ver con uno de nuestros clientes al que probablemente veríamos en Los Cabos para nuestra presentación final. Rogaba a Dios verla allá caminando en la playa, imaginarla en traje de baño no era difícil porque conocía su cuerpo ¡Pero que barbarie estoy diciendo! ¡Dios no me concedería esos deseos impuros! Pero aún así quería que fuera posible.

Llegó el momento esperado y viajé con algunos de mis colegas, el hotel que elegimos era maravilloso y para variar habría al final una fiesta de festejo y descontrol. El viernes me levanté muy temprano y bajé a la piscina para dar un par de vueltas en crol, un poco de desgaste físico relajaría el desgaste mental del momento. Me perdí en mi actividad y salí exhausto, arrastrandome a un camastro para poder respirar tranquilo oí una voz conocida diciendo mientras volteaba a mirarme y se apartaba las gafas de sol: - ¡Me imaginé que estarías aquí, pero no me imaginé que eras un delfín camuflado de humano! - Sonrió con coquetería la morena del camastro de al lado.

Sentí cómo la piel se me erizaba completamente mientras la miraba y sonreía, ella sin darme tiempo de decir nada volvió a hablar: - Voy a mi habitación, es la 420 por si gustas venirte... - Se fue...

Recuperé el aliento y me decidí a ir hasta donde ella, en mi mente imaginaba sus prendas formando un camino directo a su cama.

La puerta estaba entreabierta así que entré, inmediatamente se oyó un ¡cierra porfavor!, el olor en la habitación me fue familiar, se oía música de jazz y la regadera al fondo. Y en efecto había un traje de baño de dos piezas tirados en el suelo, me dirigí hasta la regadera y ahí estaba ella con un porro; sentada al borde de la bañera cruzando las piernas y completamente desnuda, su cabello suelto y natural le daba un toque de sensualidad ardiente y a la vez tierno. Cerró la llave y se arrodilló ante mí, mirándome hacia arriba me ofreció de su cigarro, acepté fumarle un poco pero lo dejé a un lado porque mi atención la tuvo ella apartir de ese momento, y terminando de consentirme me pidió la mano para ayudarle a levantarse y entrar a la bañera. Mientras volvía a caer el agua sobre su cuerpo yo besaba cada parte de sus pechos, no sé cómo ni quiero explicarmelo pero se montó en mí y sus gemidos eran tan placenteros, salimos de la ducha y nos fuimos a la cama, yo sentado y ella parada entre mis piernas volvió a encender el cigarro y le jaló profundo, me tomó del rostro y me besó, ya recostado se me montó y estando lista hizo un par de movimientos hasta que estaba entrando por atrás.

Estaba en shock, excitado y enloquecido, jamás en el tiempo que llevaba de conocerla la ví usando ninguna sustancia, parecía ser otra que francamente me encantaba.

miércoles, 29 de mayo de 2024

Absurda Necesidad

 



¿Quieres algo mas o prefieres estar asi por el momento?

-Creo que voy a darme un respiro y mas adelante podemos seguir, dije con voz cansada.

-Bien, ¡Entonces esperaré!

la mujer se dio la vuelta en la cama dandome la espalda pero le pedí que no lo hiciera, la tomé de la cintura y la regresé hacia mí.

Sonrió coqueta y acarició mi mejilla. Esa tipa era encantadora desde su olor y su sonrisa, la forma en que hablaba y hasta los gestos que hacía. 

Me di cuenta que si seguia buscándola terminaría muerto por ella y no es porque esté enamorado, es por que estoy totalmente fascinado con cada actitud que me demuestra en la cama. 

Recordar el desenfreno de hacerla mía en el sillón, me provocaba electricidad en todo el cuerpo, mi sangre se concentraba en medio de mi ser.

llevamos mucho tiempo viendo nos pero no sé de ti, deberias contarme algo mas.

no tengo nada que decir, lo que hay es esto, tal cuál sin mentiras y sin poses. No te quiero abrumar con cosas simples y sin sentido. 


¡Esa fue la mejor forma de mandarme al demonio y no darme a conocer quien era en realidad!

Hoy fue inolvidable desde el momento en que llegó, jamas habia quedado a deber ni una sola caricia, los besos eran a la medida. 

Me levanté de la cama y fui hasta la barra donde tenia mis bebidas para prepararme algo fuerte, no podia entender por que esta mujer no podia compartir ni un poco de quien era.

Tal vez suena loco pero me estaba empezando a incomodar intimar con alguien que sea totalmente ajeno a mí, si no fuera por esos encuentros pareciera que es un sueño o fruto de mi imaginación, en este punto de la vida quería anclarla a la realidad. quería hacerla parte tangible de mis dias. Al principio coger con alguien sin pasado ni presente era aún más excitante, podia hacer todo lo que viniera en gana sin temor a represalias o a ser juzgado.


Camina lentamente hacia mí, con solo la ropa interior puesta y hace que la mire fijamente, que sin duda la desee tanto y de tal forma que estar dentro de ella ya es una absurda necesidad, no habia notado que me quede un par de minutos con el vaso en la mano sin hacer nada mas que pensar en ella y mirarla perplejo. 

Bueno, dime ¿Que trago te haz preparado? (dijo con tono ironico al ver que seguía inmovil solo lamiendo mis labios al contemplarla)

Sonreí de lado y le dije: perdi toda capacidad de concentración al tenerte de frente, no sé que hago solo sé lo que te haré cuando te vuelva a hacer mía. Te voy a tomar de tal forma que vas a pedir repetirlo.

Soltó una carcajada y me dijo, ¡No sé cuantas veces ni donde ya e oido eso y al final nada es lo que se promete!, asi que yo ya no manejo expectativas pero ven y demuestra que eres la excepción de la regla, pero primero dejame prepararte un coctel para que veas que soy mas que sexo, soy magnifica como bartender...


Hizo una combinación de licor, soda y algunas hierbas que tenía en el pequeño bar de mi casa y me supo exquisito. 

Vino hasta donde mí y se montó encima mío, podía sentir el calor de su sexo y mientras tomaba ese preparado suyo tocaba de arriba a abajo su espalda, encontré un pequeño borde y pregunté si era un lunar pero casi como si hubiera tocado un botón sensible, le cambio un poco la cara y contestó que era una cicatriz. 

Después de eso la besé y frotándose en mí fui sintiendo su humedad.