lo que sigue

los últimos meses me la pase pensando como terminar la historia que comencé ayeres atrás pero que no solo aquí no había terminado de escribir, pero que tampoco en letras en mi cuaderno pero creo que ya termine esta historia así que ahí va.
y estamos hablando de esto la primer parte del reencuentro 
y lógicamente hubo por ahí la segunda parte de este mismo. y entonces la tercera es:

Después de un gran silencio, ya en la escalinata del avión escuche algo diferente de aquel hombre elegante ¡¿era una pregunta personal?! -¿ Es acaso ese hombre tu novio; Melinda?, volteo y me miro a los ojos (como esperando mi respuesta) -No en lo absoluto señor, es un amigo del que no he sabido desde hace ya mas de una década.
abordamos el avión y el como siempre se relajo, con sus audifonos de su ipod lleno de música instrumental se recargo en mí (como un niño con su madre).
ya estaba acostumbrada, es mas sabia exactamente lo que pasaría en un par de días; tal vez al siguiente domingo, Melinda no seria no seria mas su asistente, yo ahora seria Elena, Belinda,Eve o que se yo...Y es que así es mi jefe, cambia de asistente cada dos semanas o al menos eso era hasta que yo llegue a su vida ahora solo me cambia el nombre para no perder la costumbre, pero se que a pesar de que dijera Benedicta  se refería a mí y que era momento de cambiar o de accesorios o de peinado ¡me agradaba esto, a decir verdad!
Cerca de llegar al destino, él guardo su ipod se acomodo el saco y la corbata y en lugar de hablar de nuestra reunión con sus socios me dijo: -digame Melinda ¿quien es el hombre de playera verde?
- Se llama Augusto, gran amigo de la desde la primaria y complise de secundaria, un amor platónico tal vez, alguien que se fue cuando yo lo empezaba a querer, como vera nadie realmente importante (¿como salia eso de mi boca? ¿ que me daba valor de hablar cosas privadas con él?)
-Pues para no ser importante luce usted diferente señorita es mas trae usted un anillo extraño en su mano.
-¡oh si, es un arranque de locura de Augusto, se me pidió que nos casemos!, aun que yo creo que es una de sus chistosadas.
(sonrió y dijo muy seguro) Un hombre no juega con cosas así ¿ o usted cree?
-¡Conmigo ya jugaron!
-ok señorita, no recordemos mas, ni usted ni yo y quite se sus sandalias y ponga se sus zapatos que en cinco minutos llegamos y después en diez estamos en la reunión y tiene que verse muy pulcra ok.
- ¡si como usted ordene! (al momento agradecí ese gesto que tuvo al pedir que ya no recordáramos mas y por un momento me pregunte, si noto el tiempo que pase llorando por mi ultima decepción en el amor)